Aprendiendo a vivir en los países Bálticos

AIESEC en Colombia está recogiendo historias de sus Alumnus para contarle al país. Y esta es mi historia para ello:

Aprendiendo a vivir en los países Bálticos

Era el primer semestre del año 2002, me encontraba terminando mis estudios universitarios y con deseos de vivir por mi mismo esa filosofía por la que había trabajado por 5 años en AIESEC Uninorte.

Tratando de encontrar mi camino, fui seleccionado para trabajar en la Junta Directiva de un capítulo de AIESEC en una pequeña ciudad de Lituania: Siauliai. Así fue que a la semana de presentar mi proyecto de grado, un 27 de Julio me fui con una maleta llena de expectativas a este país tan desconocido para nosotros en Colombia. ¿Por qué Lituania? Simplemente porque sonaba lejos, sonaba diferente, y quería irme a un país diferente, que la gente no conociera, y Lituania cumplía estos requisitos totalmente.

Lo que encontré fue una ciudad pequeña, de solo 150 mil habitantes, pero que me recibió con los brazos abiertos y me hizo sentir especial, único. Durante muchos meses fui la persona de piel más oscura en la ciudad. Todo el mundo sentía curiosidad por quien era este colombiano y por mi país. Me encontré con un país con gente amable y una naturaleza impresionante; un país que lucha por el desarrollo, mientras que sigue con las sombras de la antigua Unión Soviética. Fue un año de arduo trabajo, con muchos choques culturales, pero a la vez de satisfacciones inmensas.

Al terminar mi año me mudé a Tallin, la capital de Estonia, a trabajar en la Junta Directiva de AIESEC en este país. Otro año de mucho esfuerzo y dedicación, pero igualmente otro año de alegrías y auto descubrimiento. Un año en el que trabajé en un equipo conformado por 5 estonios, un joven de Sri Lanka y yo. Finalmente terminé viviendo en Estonia por casi 4 años, trabajando y estudiando una maestría, gracias a una beca que me ofreció una universidad local por haber trabajado en la Junta Directiva de la Asociación en este país.

La vida en los países Bálticos fue dura, con inviernos con temperaturas que bajaban a los -35°C, con nieve desde finales de Octubre hasta Abril y a veces Mayo. Con días en los que sale el sol después de 8 de la mañana, pero antes de 5 de la tarde ya es de noche nuevamente. Donde la gente es muy fría y distante en un principio, donde cuesta mucho trabajo y toma tiempo hacer verdaderos amigos y ganarse la confianza de la gente. Sin embargo, una vez son tus amigos, lo son para toda la vida. Hoy vivo en Austria; me fui de Estonia hace ya casi 5 años, y sin embargo entre mis mejores amistades cuento a varios Lituanos y Estonios.

Siauliai y Tallin siguen siendo un segundo hogar para mi, ciudades a las cuales siempre querré volver, así como siempre quiero volver a mi Barranquilla y mi Colombia.